Lo del sueño eterno suena tan bien...

Creo que la única opción que me queda es tomarme una caja de Percodán.

Tengo el cristalino como una uva pasa de no dormir. Las ojeras me cuelgan cual bolsas del Mercadona, con un bonito color negro azulado que da a mi rostro, terso y suave como el culito de un bebé, una alegría y lozanía propias de una muchachuela de 15.

Algún bicho rastrero de los de Érase una vez la vida se ha montado una macrodiscoteca en mi cabeza. Noto el BUM BUM BUM constantemente. Seguro que los muy cabrones tienen gogós y barra libre, como si lo viera.

Sé que eres tú, hijoputa, te tengo fichado.

Mientras tanto, en otras zonas del cuerpo...
Mi espalda ha decidido que ya que no me siento derecha como una señorita me voy a joder de vez. La criaturita se ha puesto más rígida que el tercer batallón de alabarderos en la alcoba de Josefina. Multitud de nudos se ha ido generando a lo largo de su superficie componiendo un bonito paisaje montañoso que haría las delicias de Paquito Fernández Ochoa.

Aquí Paquito disfrutando de las laderas montañiles de la zona iliocostal.

Pues sí amiguitos, estoy achacosa, y todo por no dormir. Creo que iré a darme estacazos en la nuca hasta quedar inconsciente, será lo más parecido a estar en los brazos de mi añorado Morfeo.

Este no, hombre, este no... Aunque oye, ahora que me fijo...

Felices sueños a los que los disfrutáis.