Cumpleaños féliz... y tal

Era un frío día de octubre.

Recuerdo que tenía catarro y estaba aburrida en casa. Las tareas se amontonaban encima de mi mesa, pero mi malestar general y dolores varios me impedían ponerme con ellas.

Mientras la leche se calentaba en el microondas encendí el ordenador para pasar el rato. Leche, miel y chorrito de coñac se mezclaron en mi taza roja. Me envolví en una manta y me senté frente al monitor. No tenía ni idea de lo que iba a hacer, sólo sabía que estaba aburrida de estar en cama.

Creo que todo empezó con Google, que gran invento, oye. La verdad es que no recuerdo lo que busqué, pero la primera entrada era un blog de un tal Jake. Me gustó lo que escribía y como lo escribía. Ya estaba enganchada.

Comencé a visitar sus enlaces, blogs de otra gente, blogs muy diferentes. Y quise uno.

Tras barajar diferentes opciones me decidí por Blogger. Aquí creé mi espacio.

Al principio me sentía rara, no sabía qué escribir. ¿A quién le iba a interesar mi vida? Pues mira tú... a lo tonto, a lo tonto, hace más de un año que escribo tonterías aquí. No es que acudan grandes multitudes a leerlas, pero lo mío siempre han sido las reuniones íntimas.

En fin, que se me ha pasado mi cumpleaños blogero, pero más vale tarde que nunca, ¿no?