Odio

Odio el color amarillo, y el naranja butano también. Me hacen sangrar los ojos.
Odio la verdura, o mejor dicho, odio como cocino yo la verdura, nunca consigo que sepa a algo.
Odio el olor a ajo.
Odio que los bolígrafos escriban mal, de manera entrecortada.
Odio los programas de cotilleos.
Odio a Boris Izaguirre y su manera de hablar y hablar para no decir nada.
Odio a Javier Sardá y su demagogia barata.
Odio el dolor de muelas y el de cabeza sobre todos los dolores.
Odio que me cojan las cosas sin permiso, y que encima no me las pongan donde estaban.
Odio que gente a la que le importo un carajo me juzgue y aconseje sobre mi vida.
Odio que cuando me ducho me salga el agua fría.
Odio la música que está hecha para durar un verano.
Odio que las nuevas generaciones no sepan quién fue Jim Morrison, y que conozcan a Kurt Cobain porque sale en la Super Pop.
Odio el verano, sobre todo cuando hace mucho calor.
Odio la gente que sólo sabe hablar de sí misma y de lo guay que es.
Odio que me hayan traumatizado en el colegio obligándome a leer el Quijote, provocando que ahora no pase de las 10 primeras páginas.
Odio quedarme en blanco en una discusión y que más tarde se me venga a la mente lo que tenía que haber contestado.
Odio ser tan vaga.
Odio que me tomen por tonta.
Odio tener una memoria rara que me hace recordar cosas inútiles y olvidar cosas importantes.

Portaros bien.