La Balsa de la Medusa

Amiguitos y amiguitas, hoy os presento mi obra de arte favorita: "La balsa de la Medusa" de Jean-Louis André Théodore Géricault.

Cuenta la historia del Medusa, un naví­o enviado por el gobierno francés a senegal, que naufragó en julio de 1816. Después de abandonar el barco, los ciento cuarenta y nueve pasajeros se apiñaron en una balsa remolcada por los botes de los oficiales. El cable se rompió y la balsa quedó a la deriva. Sólo cincuenta pasajeros pudieron ser rescatados por el bergantín Argus, después de haber padecido el tormento de la sed y el hambre bajo el sol ecuatoriano.

Este acontecimiento obsesionó al pintor. Consciente de que el naufragio se habí­a producido por un conjunto de errores cometidos por las autoridades, colabora en las protestas políticas y se decide a pintar un cuadro-denuncia. La incompetencia del capitán produjo un escándalo político, pues éste debí­a el nombramiento a su apoyo a la monarquí­a. Géricault entrevistó a los supervivientes, leyó los hechos en los periódicos, e incluso pintó los cuerpos de criminales guillotinados en un intento por lograr mayor veracidad. Encargó una maqueta igual que la balsa utilizada y visitó los hospitales para dibujar los gestos de los moribundos.

El cuadro refleja la contradición permanente en la vida entre la esperanza del deseo y la desesperación de los hechos. Para los románticos, si nos fiamos de nuestros sentimientos y de nuestros instintos, buscamos en todos los momentos de la vida motivos para la esperanza. Siempre tenemos proyectos e ilusiones.

Géricault no volvió a pintar ninguna obra de este estilo; pasó sus últimos años en Inglaterra, cultivando la pintura de caballos y el retrato.