Perfecto

Hoy me he dedicado a bucear por blogs. Uno te lleva a otro, el otro al siguiente, este ha hecho un buen comentario, a ver cómo es su blog... lo típico.

La cosa es que por lo menos los tres últimos blogs que he visitado tenían un tema común: la pareja perfecta.
Ya parto de la base de que no existe nadie perfecto, simplemente hay personas que nos complementan mejor que otras.

El tema de uno de los blogs era que las mujeres somos mucho más exigentes a la hora de buscar. Que si de tal estatura, que si con los ojos de color x, con las manos cual, que le guste eso, que en su tiempo libre haga lo otro. No estoy de acuerdo.

Sí, vale. Yo soy rara de cojones. Soy esa que hizo bachillerato por letras puras y acabó estudiando informática. Yo soy esa.

Pero comparándome con lo que he leído por ahí soy muy poco exigente.

Mi pareja perfecta tendría que tener unas cosas básicas:

1. Tendría que divertime con él. No tiene que contarme un chiste tras otro. No tiene que hacer que todo el día me lo pase a carcajada pura, pero tiene que ser ameno. No tiene que ser un gran conversador, que para escuchar diálogos ocurrentes me veo el debate para el estado de la nación. Simplemente tengo que estar cómoda con él, en las conversaciones, en los silencios, en las juergas...
2. Tiene que ser relativamente ordenado. Ni pecar por defecto ni por exceso. No quiero un tío que se pase el día con la bayeta en la mano, pero tampoco quiero uno que vea acumularse la mierda y pase olímpicamente.
3. Me gustaría que fuese deshinhibido en el sexo. Esto en un tío no es difícil de conseguir, pero hay casos y casos. El sexo es un campo donde, para mí, casi todo debe estar permitido. Ya ha pasado el tiempo de las mojigaterías.
4. Y sobre todo tiene que ser entregado y cariñoso. Y digo cariñoso, no empalagoso.

Y con estos cuatro requisitos partimos. Si es alto o bajo me da lo mismo. Si es rubio o moreno me da igual. Si le gusta la playa o la montaña me importa un huevo. Todo eso son cosas secundarias.

No se me ocurre nada para darle un buen final a este post, así que corto y cierro y me voy a la cama a abrazar a mi gato Bruce, que no es ni un hombre ni perfecto, pero es más mono...