Sigo aquí

A pesar de lo que algunos puedan pensar, este blog no está muerto todavía, digamos que está sumido en un agradable sopor.

Estos últimos días he estado bastante atareada. Como ya he dicho por algún sitio, me he visto envuelta en esa tortura llamada mudanza. El proceso de empaquetar todas mis pertenencias, adecentar mi antiguo piso, trasladar todo a mi nueva morada, que es un cuarto sin ascensor, limpiar el nuevo recinto, que tenía un ecosistema en cada azulejo...

En fin, han sido días duros. Todavía no he terminado, pero parece que ahora es más llevadero.

Pues a lo que iba. Después de tanto tiempo sin aparecer por aquí, después de tantas cosas que he hecho, después de tantos cambios, después de todo me encuentro con la triste realidad: mi vida sigue siendo tan aburrida, gris e insustancial como siempre.

Resulta tan triste... mi mundo está patas arriba ahora mismo, pero sigue sin ser interesante.

Había pensado escribir alguna historia, revivir esto con algo interesante, pero no. Mi imaginación ha decidido que es una época estupenda para ponerse en huelga, así que nada, otra vez será.

Y esto es lo que hay. Que sepais que sigo viva, que lo de escribir aquí es un quiero y no puedo, pero se seguirá intentando.

Hasta la próxima entrega, que espero sea mejor que esta.