No, no digas nada. Simplemente siéntate en esa silla y escucha.
Hubo un tiempo en que tú y yo éramos amigos, los mejores amigos que existen... o eso pensaba yo. Ahora vuelvo la vista atrás y me doy cuenta de lo equivocada que estaba. Ahora veo los fallos de esa relación de amistad. Me veo a mí misma escuchando tus problemas, riéndote los chistes, abrazándote en los malos momentos... No logro recordar una tarde en la que tú escucharas lo que tenía que decirte. Siempre tenías otras cosas que hacer. ¡Qué casualidad! Justo cuando más necesitaba un amigo tú no estabas. En ese momento no lo sabía ver. Era como la esposa engañada que cierra los ojos para no enfrentarse a la realidad.
En todo este tiempo he cambiado mucho. Sé que lo habitual es que tu personalidad se defina en la adolescencia, junto con tus gustos y muchas otras cosas. Yo lo he hecho más tarde. Siempre he estado a la sombra de alguien, de mis padres, de mis parejas, de amigos... Nunca he sido la que más destaca de un grupo, me dejaba llevar, aceptaba las decisiones de los demás sin rechistar. Para ir al cine los demás escogían la película, para ir a cenar los demás escogían el restaurante, para pasar el rato los demás escogían el juego. Si yo proponía algo a nadie le apetecía, y así era como iba sola al cine a ver esa película que tanto me apetecía, tomaba café sola en la cafetería nueva que a nadie le gustaba y buscaba juegos a los que poder jugar sóla, fue cuando me aficioné a los puzles.
A tí esa persona que era yo te gustaba, te convenía. Con ella, tu "yo" crecía desmedidamente, te sentías importantísimo.
Pero llegó un día en que esa persona gris empezó a dejar de serlo.
Me dí cuenta de que esa vida que tenía no era la que quería. Me volví mas segura de mí misma. Lo que yo decía o pensaba era tan válido como lo que pensaban los demás. Mis hobbies podían ser tan entretenidos como los de cualquier otro. No soy una persona de segunda, no soy "la amiga de", "la novia de", tengo nombre y apellidos.
Cuando empecé a cambiar dejé de gustarte como amiga, ya no era tan fácil convencerme de las cosas. Ahora, si la película que tu escogías no me gustaba, no iba a verla, ibas tú solo. Si algo no me gustaba lo decía. Seguía escuchándote cuando tenías problemas, y tú seguías sin escucharme cuando los tenía yo.
Y fue cuando vi que eso no era amistad, era una sesión con el psicólogo.
Comencé a distanciarme. Encontré a personas que entendían el concepto de amistad, y eso no te gustó. Todavía tuviste el valor de decirme que te había fallado. Yo te había fallado a ti...
Ahora tú tienes a otra persona a la que contar tus problemas, otra persona con la que compartir tus aficiones, otra persona que te escucha. Ahora yo tengo amigos de verdad.
Ahora puedes levantarte de la silla e irte.
Hubo un tiempo en que tú y yo éramos amigos, los mejores amigos que existen... o eso pensaba yo. Ahora vuelvo la vista atrás y me doy cuenta de lo equivocada que estaba. Ahora veo los fallos de esa relación de amistad. Me veo a mí misma escuchando tus problemas, riéndote los chistes, abrazándote en los malos momentos... No logro recordar una tarde en la que tú escucharas lo que tenía que decirte. Siempre tenías otras cosas que hacer. ¡Qué casualidad! Justo cuando más necesitaba un amigo tú no estabas. En ese momento no lo sabía ver. Era como la esposa engañada que cierra los ojos para no enfrentarse a la realidad.
En todo este tiempo he cambiado mucho. Sé que lo habitual es que tu personalidad se defina en la adolescencia, junto con tus gustos y muchas otras cosas. Yo lo he hecho más tarde. Siempre he estado a la sombra de alguien, de mis padres, de mis parejas, de amigos... Nunca he sido la que más destaca de un grupo, me dejaba llevar, aceptaba las decisiones de los demás sin rechistar. Para ir al cine los demás escogían la película, para ir a cenar los demás escogían el restaurante, para pasar el rato los demás escogían el juego. Si yo proponía algo a nadie le apetecía, y así era como iba sola al cine a ver esa película que tanto me apetecía, tomaba café sola en la cafetería nueva que a nadie le gustaba y buscaba juegos a los que poder jugar sóla, fue cuando me aficioné a los puzles.
A tí esa persona que era yo te gustaba, te convenía. Con ella, tu "yo" crecía desmedidamente, te sentías importantísimo.
Pero llegó un día en que esa persona gris empezó a dejar de serlo.
Me dí cuenta de que esa vida que tenía no era la que quería. Me volví mas segura de mí misma. Lo que yo decía o pensaba era tan válido como lo que pensaban los demás. Mis hobbies podían ser tan entretenidos como los de cualquier otro. No soy una persona de segunda, no soy "la amiga de", "la novia de", tengo nombre y apellidos.
Cuando empecé a cambiar dejé de gustarte como amiga, ya no era tan fácil convencerme de las cosas. Ahora, si la película que tu escogías no me gustaba, no iba a verla, ibas tú solo. Si algo no me gustaba lo decía. Seguía escuchándote cuando tenías problemas, y tú seguías sin escucharme cuando los tenía yo.
Y fue cuando vi que eso no era amistad, era una sesión con el psicólogo.
Comencé a distanciarme. Encontré a personas que entendían el concepto de amistad, y eso no te gustó. Todavía tuviste el valor de decirme que te había fallado. Yo te había fallado a ti...
Ahora tú tienes a otra persona a la que contar tus problemas, otra persona con la que compartir tus aficiones, otra persona que te escucha. Ahora yo tengo amigos de verdad.
Ahora puedes levantarte de la silla e irte.
16 comentarios:
ufff, no tengo palabras. Aun asi ya sabes lo que pienso.
Saludos desde el infierno
Guau, es precioso. Y que razón tienes; a mí me ha pasado, aunque no tan "radical", pero sé lo que es.
Sigue escribiendo así. Y manda algo a algún concurso, que tienes posibilidades.
Sele: Sé lo que piensas, pero no van por ahí los tiros. A veces la ficción supera a la realidad. A veces...
Vuelve ya que te echamos de menos.
Lindalawen: Me halaga mucho que te guste lo que escribo. Aún así le veo muchos fallos, es muy mediocre. Algún día me gustaría que algo de lo que escribo estuviese publicado, verlo impreso, pero creo que falta mucho para ese día.
Y no siempre escribo sobre cosas que me hayan pasado.
Besos (x2).
Si, algún día volveré
Me gusta, me gusta y me gusta!! Y es que yo le habria pegado una torta antes de que se hubiese levantado de la silla por idiota ;) Supongo que aunque sea ficción todos hemos tenido decepciones de ese tipo, aunque en mi caso nunca sente a esas personas en una silla, simplemente me aleje de ellas y creo que si les hubiese soltado un discursito asi me habría sentido mejor...o no.
Besos
bluebellknoll: Vaya, muchas gracias. Si de verdad os llega todo lo que intento tansmitir me siento muy orgulosa.
Sele: Pues ya estás tardando...
Eva: A mi me pasa lo mismo, siempre que alguien me ha decepcionado de esta manera o alguna parecida lo he dejado ir sin decirle todo lo que me había dolido. Tal vez la próxima vez (y ojalá no haya próxima) escriba algo y lo deje en el buzón. No podré ver su cara, sus reacciones, ni escuchar su contestación, pero por lo menos me quedaré tranquila por haber dicho, escrito en este caso, todo lo que quería.
Besos (x3).
¿Y ahora? ¿Te sientes mejor?
Siempre he dicho que escribir relaja.
Si todo el mundo fuésemos capaces de soltar lo que se nos pasa por la cabeza, o lo que sentimos al ver o pensar en alguien, una de dos: o nos llevaríamos todos bien o rodarían cabezas.
Haces muy bien en decir lo que piensas, para eso está la democracia.
Yo, por ahora, me reservo mi derecho a opinar.
Por cierto, le has dicho a bluebelknoll que te sientes "orgulosa". Vale que seas del GULO, pero... (I write code xD)
No me siento ni mejor ni peor. Me siento igual.
Ojalá fuese capaz de decir lo que pienso, pero creo que no tengo el suficiente valor. Como ya he dicho antes, suelo dejar que las cosas pasen, callándome lo que opino la mayor parte de las veces.
Lo que sí soy capaz de hacer es escribir lo que me apetece, probar temas nuevos o nuevas maneras de expresarme.
Vuelvo a repetir que no siempre escribo sobre cosas reales.
Y por lo otro... no soy yo, es el teclado, que está contra mí.
Besos.
Huooola Tuxi!
A mi me ha gustado, y realmente parece que hables por experiencia!
Si no es así, felicidades! Me has engañado como a un chino...
Si es así, felicidades! Bienvenida a la madurez emocional, donde cada uno debería ser lo primero para si mismo, y aprender a compartir....
Un beso en la frente de esos de "ole mi niña!"....
¡Pero que bien que sientan esos besos!
Besos para ti también.
Solo era para decir que sigo aquí.
Sé que sigues por aquí... y se agradece la visita.
Besos.
Cuanta razón hay en este texto. Cuando haces lo que a los demás les gusta y no rechistas entonces eres una persona estupenda, genial, cuando tienes tus propias ideas y opiniones y ya no te pueden manejar a su antojo entonces les has fallado o ya no eres tan estupenda.
A todos nos gusta que nos den la razón, pero hay personas tan inseguras o con ugo tan enorme que lo necesitan contantemente, y si no lo haces... pues ya no les vales como compañía.
Besos y bienvenida después de esas vacaciones :)
Pues yo no conozco a ningun Ugo que la tenga enorme... vaya... snif... snif...
Pero que chispa... so bobo :p
Besos.
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